La
locura más grande ya afirmada por el
hombre impío de estos últimos tiempos, es afirmar con todas las letras,
que todo lo que fue ‘creado por el hombre’, sí fue ‘diseñado’, intervino en
ello la ‘inteligencia’, más la ‘vida misma’ es fruto del azar, de fuerzas
naturales ciegas, sin dirección ni propósito…
Al ver
un reloj dicen: ¡Esto es fruto de la ‘inteligencia e ingenio humanos’!
Al ver
un coche de lujo dicen: ¡La ‘ingeniería humana’ es fantástica!
Al ver
un rascacielos dicen: ¡Qué maravillosa es la arquitectura creada por el hombre!
¡Esto es una verdadera locura!
“Es
cierto, todas estas cosas son maravillosas y fueron ‘diseñadas’ por el hombre.
¿Quién se atrevería a negarlo? ¿No son fruto de la inteligencia todas estas cosas?
¿Acaso vinieron a existir de la nada? ¿Se armó por casualidad un reloj, con
todas sus diminutas piezas, cada una colocada en su debido lugar? ¿Se montó por
puro azar un coche de lujo con todas sus partes? ¿Acaso fue el ‘viento’ el que
levantó un rascacielos y logró colocar cada viga, cada piso, cada ventana y
cada puerta en su debido lugar?
¡Esto
es una verdadera locura!
“Afirmar
que todos los adelantos de ingeniería, arquitectura, medicina, científicos, etc… son creaciones de
la ‘inteligencia’ humana, y luego afirmar que la ‘vida misma’ se formó por
casualidad, es fruto del ‘azar’, de la ‘necesidad’…
¡Esto es
una verdadera locura!
“¿Qué
son en comparación con la perfección y variedad de la vida y la naturaleza, las
obras ‘creadas’ por el hombre?
“¿En
qué podemos competir con el autor de la vida misma?
“¿En
qué podemos superarlo?
“¡La
forma de vida más simple es algo que jamás podremos recrear nosotros con toda
nuestra sapiencia!...
“Con
toda nuestra sabiduría y tecnologías no fuimos capaces de ‘crear’ una sola
bacteria en nuestros magnánimos laboratorios…
“¡Qué
decir ante el espectáculo de la diversidad y complejidad de los millones de
especies animales y vegetales que contemplan nuestros ojos…!
“Más lo
que le venden al mundo los ‘superhombres científicos’ y la doctrina en la que forman a nuestros hijos, todo viene a ser
resumido en la más baja casualidad y simplicidad: ¡Puro azar!
¿Algo
extraño hay en este comportamiento del hombre actual? ¡Para los informados en
la palabra de Dios nada hay de extraño! Está escrito que esto sucedería: que
hombres impíos pervertirían la verdad y cegarían al mundo con sus mentiras y
engaños…
Al fin
y al cabo produce gracia y da pena al mismo tiempo, el contemplar a un hombre
que fue capaz de ‘crear’ grandes cosas y que se maravilló por el progreso y el
arte de su inteligencia, y que al mismo tiempo y con esta misma ‘inteligencia y
sabiduría’, es incapaz de ver la Magnánima obra de Dios en toda su creación,
inclusive en él mismo, fruto de una ‘Ingeniería y Diseño’ incomparables…
“El
predicador lo dijo: ‘Dios prende a los sabios en su propia astucia”. Amén
F.D.A.P.