“¿No es, acaso, en Cristo Jesús en quién confía plenamente mi corazón?
“¿No es, acaso, en su amor inmerecido, en lo que se ha aferrado mi alma?
“¿No es, acaso, su misericordia toda mi esperanza de alivio?
“¿No es, acaso, su mismísimo poder, lo que me sustenta con vida?
“¿No es, acaso, su Impagable Sacrificio y el Valor de su Preciosa Sangre, lo que ha limpiado mi vida del error y, por
“¿No es, acaso, por
“¿No me a dado, acaso, un Nuevo Nacimiento, por medio de
“¡Sí!”
“Y días de Gran Oscuridad están reservados para los hijos de los hombres y, más que nunca, me aferro al Amor Inmerecido de Jesucristo…
“Porque está llegando el Día de
“¡Todo aquél que invoqué el Nombre de Jehová será Salvo!”
“Más….
¡No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, será tenido en cuenta en ese día!
“Sino solamente, los que me han Amado y han puesto por Obra mis Palabras”….
¡Sí! ¡Ven Señor Jesús! Amén.
F.D.A.P
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