"Voy aquietar mi espíritu por un momento...
"Voy a llamar mi corazón a la reflexión por un instante...
"Voy a meditar y hacer reposar mi alma con pensamientos deleitables acerca de mi Dios y Salvador Jesucristo...
"Estaba yo perdido y sumergido en las tinieblas, en abismos profundos me encontraba.
"Nunca fui llevado por mi 'mente carnal' a preguntar por el Señor...
"¡No! No lo conocía, ni tampoco lo buscaba, ni aun preguntaba por él, ni me interesaban sus caminos...
"Viví años en la oscuridad de mis pensamientos y deseos engañosos.
"¿Cómo no agradeceré a Dios por haberme mostrado tal misericordia y haberme librado de la eterna oscuridad del infierno?
"Muchas plegarias están dirigidas a solicitar cosas materiales, bien lo sé yo...
"Solicitamos muchas cosas perecederas y temporales y no valoramos lo que ya nos ha dado el Señor: ¡Una nueva vida y un nuevo Nacimiento!
¡Sí! Este invalorable presente hemos recibido del Altísimo. ¿Quién podrá valorarlo con justicia? ¿Quién podrá ponerle un precio fijo?
¡Es invalorable, no tiene precio!
"Para que yo accediera a él, se ha tenido que efectuar una Maravilla inefable...
"Un sacrificio fue hecho, y una sangre fue rociada para que yo pudiera ser purificado, perdonado y recibido...
¡Y el que la derramó por mí fue el mismísimo hijo unigénito de Dios!
"Por medio de su preciosa sangre y por fe en su sacrificio soy declarado limpio y justo delante del Señor Todopoderoso...
"Porque Él, amo tanto a los hombres, que hasta entregó a su mismísimo hijo por sus elegidos.
¡Qué grande es tu misericordia, oh Dios Santo!
"Difícilmente alguien entregaría algo suyo por salvar la vida de un hermano...
¡Cuanto más la vida de su hijo primogénito!
"Más esto fue lo que hizo el Señor, Bendito sea para siempre su nombre.
"Sobre esto meditaré, sí.
"Llamaré mi corazón a la reflexión sobre esto mismo.
"Porque si ahora, por un tiempo, me encuentro afligido y empobrecido, tengo la más absoluta certeza de que aquél que me llamó conforme a su designio, voluntad y misericordia, también puede efectuar todas las cosas, 'mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos'.
"Hermanos: meditemos en lo que Dios, por medio de su amado hijo Jesucristo, ha hecho ya por nosotros, y valoremos justamente lo que ya hemos recibido: ¡Una nueva vida y un nuevo nacimiento!
"Entonces, luego de que hayamos hecho todas las cosas que debemos hacer, conforme a la voluntad del que nos llamó en su misericordia, luego de que nos transformemos, no en oidores de la palabra, más sí en hacedores de ella, entonces pidamos a Dios en el nombre de su hijo Cristo Jesús, y ciertamente el Señor nos concederá el deseo de nuestros corazones. Amén.
F.D.A.P
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