¡Toma tu Cruz y Sígueme!

"Tomar mi cruz y seguir a Cristo por dónde él decida conducirme...
"No siempre me agrada el camino por dónde el Señor decide llevarme...
"Estoy inclinado a mis deleites más que a cualquier otra cosa...
"Soy inconstante...
"Temeroso...
"Débil...
"No logro sostenerme mucho tiempo en un rumbo fijo...
¿Por qué mentiría?... ¡Hablo la verdad no miento! 
"Cuando pienso que he vencido lo que más detesto, he aquí que caigo...
"Cada vez que me encuentro pensando en mi, siento mi propia miseria, y veo la necesidad que tengo de Cristo...
"Tantas veces he sido vencido por este mal y 'este aguijón que llevo hincado en mi carne', que es una maravilla que nunca desistiera de todo, y al pensar en estas cosas, sólo puedo ver la mano de Cristo sosteniéndome fuertemente para no dejarme tirado y derrotado para siempre...
"Algunos llaman a esto: 'la perseverancia de los santos'... Yo prefiero decir: "Es Cristo el que persevera en mí... es Cristo el que insiste todavía conmigo... insiste, incansablemente, porque me ama con amor eterno"...
"Por mí mismo ya hubiera dejado todo, todo, cansado de mí y de mi inconstancia, de mis fracasos, de mis batallas perdidas...
"Más esto sólo viene a demostrarme que el Señor tiene un propósito para mi vida, y no importa cómo, ni el camino, ni las dificultades, tribulaciones, angustias, afrentas o humillaciones, el Señor verdaderamente cumplirá en mí su proyecto.
"Cada día me convenzo más de que no soy yo el que persevero, sino que es Cristo el que persevera en mí...
"Y a pesar de todo, me ha dado esta promesa:
"¡Yo conozco todas tus obras. He aquí he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra!"...
"Tu palabra, Señor, la llevo en mi corazón, has que vivir tu palabra con plenitud, sea una realidad en mi vida. Amén y Amén.

F.D.A.P.