jueves, 24 de febrero de 2011

“No escuchar las mentiras de la carne, sino la voz de Dios”

“Hermano: el corazón del hombre es guarida de todo mal y su naturaleza caída lo empuja de continuo a todo lo malo.

Él mismo suele hablarte con dulzura así: “¿Qué es todo este alboroto y esta angustia en la que has caído a causa de un leve pecado, a causa de un error trivial?…”

“Tú no eres peor que otros hombres, ni tu conducta peor que la de ellos, ni tus pecados más negros….”

“¡Ciertamente eres Justo, y estas muy bien así….!”

“Hermano: Cuando escuches esta voz en tu corazón desespera y cae de rodillas delante de Cristo y clama para ser librado….

“Porque no fue el Espíritu Santo el que te inspiró estos pensamientos, ni provino de él, tal consejo….

“Son tus enemigos los que te quieren ahuyentar de Cristo, y son tus pasiones las que te alejan de él….

“Es la voz de tu naturaleza caída la que te engaña, y no la voz del Cristo.

“Porque Todo, absolutamente Todo lo que se oponga a Luz de la verdad del Espíritu, es contrario a la palabra de Dios….

“Por eso huye, oh hermano, huye y humíllate ante Cristo, y confía en él con todo tu corazón. Y escucha la voz del Espíritu Santo cuando te censure. Pues es la mismísima voz de Cristo la que le está hablando a tu corazón.

Que Cristo Jesús te Bendiga. Amén.

F.D.A.P

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