lunes, 7 de marzo de 2011

“El Peligro de la Soberbia”

“Cuando el Señor, por medio del Poder y la Obra de su Santísimo Espíritu, te conceda la Bendición de ser librado de tu Pecado Acuciante, porque muchos Pecados tenemos y en muchos Errores caemos, más muy cierto es que Todo Hombre tiene un Pecado Acuciante, aún un Pecado que lo Enferma, una Debilidad que lo Postra y lo Humilla…. No cometas el Gravísimo Error, cuando el Señor en su Infinito Amor y Misericordia te conceda esta Paz, esta Bendición de Librarte de las Garras Dañinas de tu Enfermedad, de creer que Ya eres un Completísimo y Perfectísimo Cristiano….

Entiende que la Obra del Espíritu Santo recién ha comenzado y aún queda Mucho por hacer….

Porque luego de recibida cierta Paz y Bendición, después de mucho clamar y clamar, lo más común es que los hombres se sientan Ya “Perfectos y Puros” en todos sus caminos…. Entonces su Corazón, lleno de Soberbia y vano Orgullo, se alza sobre todos, y la oración de ellos puede ser comparada a la de aquél Fariseo, que de pié oraba: “Te alabo Señor, porque no soy como este hombre….”

“Y se transforman en Despreciadores de aquellos hermanos que, estando bajo Prueba y Tribulación, suplican a Dios liberación….

“¡Oh querido hermano! ¡No sabes que en Pecado Mortal te encuentras!”

“Ciertamente crees en tu corazón que serás recibido por el Señor en los Cielos y en la Nueva Jerusalén que Él tiene preparada para aquellos que lo Aman, más tú, en ese día serás arrojado al más profundo abismo, pues, en el Peor de los Pecados has caído: ¡La Soberbia!

“¿Acaso ignoras que por este Pecado un Santísimo Ángel se Transformó en un Demonio y fue arrojado a Prisiones de Oscuridad Eternas, él, y sus secuaces, los que Él arrastró a su mismo derrotero de disolución y locura…?”

“Recuerda hermano: la Fe Verdadera va de la mano con la Humildad….

“Aún Jesucristo, siendo el Primogénito del Altísimo, y verdaderamente Conciente de su Eminente Posición en los Cielos, no dio lugar a un Arrebato de Soberbia y Orgullo, antes, se vistió con la túnica de la Humildad, la Compasión y el Amor Verdaderos.

“¡Hermano: Oremos para que el Señor nos libre del Pecado de la Soberbia, así como de Todo otro Pecado….! ¡Porque la Obra del Espíritu Santo en nosotros es conducirnos a Perfeccionar la Santidad en el Temor de Jehová!”. Amén.

F.D.A.P

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